La crudeza que se hace referencia por quienes están familiarizados con este álbum no debe confundirse con las libres heladas recubiertas rabia escuchar en las versiones posteriores de este conjunto, sino más bien como una explicación de la distancia y el frío carácter exhibido por la producción. Las voces suenan como que se canta desde la torre más alta de algunos solitarios castillos en medio de una tormenta de nieve que asola a un menor a 50 metros, distorsionada por el furioso viento y perpetuamente ronca de la continua exposición al frío. Las guitarras y bajos, además, este sentido de la distancia, mientras que los tambores de sonido también es muy lejos, aunque un poco más bueno y más fuerte. En última instancia lo que los resultados es algo que no es impulsado por pelusa Darkthrone como lo hizo en torno a 1992-93, pero mantiene la misma calidad de grimness y, sin embargo, woefulness. Los riffs que salen de la mezcla tiende a parecerse a la especie thrashy escuchado de principios de Sodom y Kreator, aunque también la primera gran exposición y velocidad de metal característico sonido que Celtic Frost trajo en sus primeros días casi tan a menudo. Teclados se emplean muy poco, sobre todo en la canción de cierre, y añadir un cierto grado de minimalismo y tristeza similar a la labor de la Burzum en ese momento.
Tracklist:
01.Intro
02.The Call of the Wintermoon
03.Unholy Forces of Evil
04.Cryptic Winterstorms
05.Cold Winds of Funeral Dust
06.Blacker than Darkness
07.A Perfect Vision of the Rising Northland
01.Intro
02.The Call of the Wintermoon
03.Unholy Forces of Evil
04.Cryptic Winterstorms
05.Cold Winds of Funeral Dust
06.Blacker than Darkness
07.A Perfect Vision of the Rising Northland
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